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jul 5Gustado por Jaime Blanco

Gracias por compartir la historia de Max y cómo cambió tu vida, Jaime. Mi abuela tuvo gatos toda su vida. ‘Soy una loca de los gatos’, repite seguido a sus 88 años, y nos pasó el gen del amor gatuno a mi papá, a mi hermana y a mí. Yo le transmití ese amor por los felinos a mi esposo y hoy compartimos la vida con Gatita. Son seres maravillosos y me alegra haber encontrado otro amante de los gatos en Substack. ¡Espero tus próximas cartas!

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Gracias por tu bonito comentario María.

Los gatos y los felinos en general son seres muy especiales y muy incomprendidos, por norma general. Cuanto me alegra que tu abuela os haya inculcado tal pasión por los gatos. Realmente siempre ocurre como una cadena. Tú a través de tu abuela y después a tu esposo y yo que me topé con un chico, que pasó a ser mi amigo y que hizo que me quedara prendado de Max. ¿Casualidades de la vida? No lo creo. ¡Es la magia que tienen los gatos! ❤️

Un abrazo sincero. 🤗

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Yo tengo 5 gatos en mi jardín, vivo en un bajo y vienen cada día. No son míos, no son de nadie. Son callejeros pero les encanta mi terraza y mi jardín. Y los miro, les hablo y me guiñan, pero no me dejan acercarme. Da igual, me encanta verlos, quietos, siempre digo que están meditando. Yo medito cada día y creo que ellos también lo hacen jajaj.

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Por eso me flipan los gatos. Ellos marcan los tiempos. Incluso mi gata, Maia, a veces me hace saber cuándo puedo hacerle cariñitos y cuándo no. Esa personalidad es algo que me atrapa de los felinos. Aquí no mandamos nosotros... ¡mandan ellos! 😅

Gracias por comentar!

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