La curiosa historia detrás de un poema. «After a while» (Y uno aprende).
Y el motivo por el que me enamoré de la poesía.
Llevo años enamorado de este poema. Años leyéndolo y releyéndolo sin que me aburra ni me canse. Cada línea, cada verso, ha sido un refugio en el que me he sumergido innumerables veces, una y otra vez, sin jamás experimentar el más mínimo atisbo de tedio. Cuanto más lo leo, más me sumerge en su hechizo, atrapándome en su belleza y mi corazón no puede sino rendirse, cautivado y embelesado, ante sus versos.
Se trata del poema «After a while» de la estadounidense Verónica A. Shoffstall y es el culpable de que yo me haya enamorado de la poesía. Ojalá tuviera la oportunidad algún día de decirle lo que significó para mí.
La curiosa historia detrás del poema
Verónica escribió «After a while» hace más de 50 años, en 1971, cuando tenía 18 años de edad. Lo escribió después de un desengaño amoroso con su primer amor. Y al parecer fue pocos momentos después de la ruptura, con lágrimas en sus ojos, que cogió un lápiz y un papel y comenzó a soltar palabras y a brotar versos para aliviar su pena. Lo escribió y lo reescribió para luego guardarlo por un tiempo porque no estaba satisfecha con él.
Al tiempo se enteró que el anuario de su universidad pagaba 15 dólares por presentar una poesía y ella decidió enviarla. Nunca le dieron los 15 dólares, pero a raíz de esa publicación en el anuario, el poema comenzó a rular por todas partes. Se hizo muy popular a nivel local. No obstante, no saltó a la fama hasta pasados nada menos que 11 años, momento el que fue publicado en una conocida columna1 llamada «Ask Ann Landers».
Hay mucha confusión en internet acerca de este poema. Generalmente aparece en muchos lugares escrito en español, con el título «Y uno aprende» o con el título «Con el tiempo» y lo asocian al escritor Jorge Luis Borges, hasta tal punto fue la confusión en un momento dado, que hasta el propio gobierno de la ciudad de Buenos Aires participó en la falacia. Hay muchas, muchísimas traducciones que no son fieles al poema original e incluso muchos con cantidad de versos cambiados o añadidos que no son originales de su autora. Algunos son muy potentes, pero yo prefiero quedarme con la originalidad del primero.
María Kodama, viuda del escritor argentino, solía decir que desconocía el poema, pero que era habitual atribuir a Borges textos que no eran de su autoría: «Demuestra que no tienen conocimiento de su obra y no me gusta que le atribuyan lo que no es de él. Que la gente se instruya. Hay mucha ignorancia». [Fuente completa y entrevista a Verónica]
Polémicas aparte, yo lo que sí sé, de lo que estoy plenamente convencido, es de que el poema «After a while» tiene que estar en mi sección de poesía2.
He incluido también una traducción propia al español, ya que ninguna de las que leo por ahí me convence, con pequeños ajustes en la puntuación (puntos y comas) y respetando al máximo los versos.
Espero que te guste y te cautive tanto como a mí.
After a While.
Poema original.
After a while you learn
the subtle difference between
holding a hand and chaining a soul.
And you learn that love doesn't mean leaning,
and company doesn't always mean security.
And you begin to learn
that kisses aren't contracts,
and presents aren't promises,
and you begin to accept your defeats
with your head up and your eyes ahead,
with the grace of a woman,
not the grief of a child.
And you learn
to build all your roads on today
because tomorrow's ground is
too uncertain for plans,
and futures have a way
of falling down in mid-flight.
After a while you learn
that even sunshine burns
if you get too much,
so you plant your own garden,
and decorate your own soul,
instead of waiting
for someone to bring you flowers.
And you learn
that you really can endure,
that you really are strong,
and you really do have worth,
and you learn,
and you learn,
with every goodbye you learn.
Veronica A. Shoffstall. 1971.
Después de un tiempo
(Traducción al español, por Jablago)
Después de un tiempo aprendes
la sutil diferencia entre
sostener una mano y encadenar un alma.
Y aprendes que el amor no significa dependencia,
y compañía no siempre significa seguridad.
Y empiezas a aprender
que los besos no son contratos,
y que los regalos no son promesas,
y empiezas a aceptar tus derrotas
con la cabeza erguida y la mirada hacia adelante,
con la gracia de una mujer,
no con el dolor de un niño.
Y aprendes
a construir todos tus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana
es demasiado incierto para hacer planes,
y el futuro tiene forma
de caerse a mitad de vuelo.
Después de un tiempo aprendes
que incluso la luz del sol quema
si recibes demasiado,
así que plantas tu propio jardín,
y decoras tu propia alma,
en lugar de esperar
a que alguien te traiga flores.
Y aprendes
que realmente puedes aguantar,
que realmente eres fuerte
y que realmente tienes valor,
y aprendes,
y aprendes,
con cada adiós, aprendes.
Veronica A. Shoffstall. 1971.
P.D.: No sé a ti, pero a mí me gusta mucho más su versión en inglés. ❤️🩹
Gracias por leerme.
Gracias por estar. ❤️
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Era una columna escrita por una enfermera de Chicago llamada Eppie Lederer (Ann Landers era su seudónimo por aquel entonces). Dicha columna aparecía en otros 26 periódicos y publicaciones de EEUU en la época.
Es mi pequeña contribución a reconocer el trabajo de Verónica, que lo merece sin duda, y a impartir algo de justicia y de cordura en tan tremendo error de autoría.
Me encanta la poesía, para mí es una forma suave y sutil de acariciar el corazón. Alguna versión había leído y este poema es precioso, no conocía la historia, gracias por compartirla.
A mi también me sonaba. Quizás lo he leído con versiones cambiadas, porque según la historia que nos cuentas, ha sido "robado y cambiado" varias veces. Hace años leía mucha poesía, y recuerdo que yo empecé a escribirla también. Últimamente no hago más que recordar lo que me gustaba de hace años. Gracias por traerlo aquí