Este poema es una promesa que le hice a
(espero que te guste), que hace aproximadamente un mes, escribió sobre una de mis pasiones: el helado de menta con trocitos de chocolate.Y como lo prometido es deuda, aquí dejo tan tremendo atrevimiento, ya sea como experimento o como escarmiento, quién sabe.
He querido darle un tono poético de siglos pasados, con algún retazo de humor para contrarrestar aquello que le dijeron a Mar, de las señoras mayores, que cuenta en su carta … Vaya tela, quien se lo dijera no debía estar en sus cabales. 😅
Sin más dilación, ahí va el poema:
Oda al helado de menta con trocitos de chocolate
¡Oh, helado de menta con trocitos de chocolate, explosión de frescor en cada bocado al instante, textura de crema que acaricia el paladar, aroma de menta que embriaga sin parar! En un tiempo de antaño, dijeron a Mar, que tú, sabroso helado de verde y de cacao singular, eras manjar para damas, ya de edad avanzada, que solas en su rincón con placer te degustaban. Mas, ¿pueden los sabores, oh voz imprudente, ser presos de un tiempo o de un alma silente? ¿No canta en mi boca la menta vivaz, como un beso de amor en un día fugaz? En tus verdes tonalidades, recuerdos de adolescencia, momentos de tranquilidad, calma y experiencia. Eres el refugio en mis fines de semana, compañero fiel, ya sea en casa o en la heladería cercana. En tu mediana tarrina, un tesoro esparcido, trozos de chocolate crujientes, placer compartido, que al masticarlos me llevan a un mundo especial, sabores y matices que evocan un tiempo ancestral. ¡Oh, el crujir del cacao en mi boca, tan suave que ni el sol de verano su gozo deshace! Dime ¿cómo encasillar tan noble manjar, al que en mi oda vengo a adorar? Eres mucho más que un simple helado, eres más que un viaje a un tiempo dorado, donde la nostalgia y la alegría se encuentran en tus cucharadas de frescura que alimentan. No es la fresa, ni el limón que otros sugieren, ni los sabores de yogurt que a la moda se aferren, ni la vainilla, ni cualquier otro dulce sabor de otros helados que alaban sin fervor. Es la menta con chocolate el sabor que persiste, en mi mente, en mi ser, que a nada se resiste. Y aunque digan que es de señoras, ¡qué importa! Que la vida se mide por lo que el alma aporta. Brindo por las damas que saben degustar del placer que en la vida podemos hallar. Y si un helado me hace señora mayor, ¡que así sea! pues en ello encuentro valor. Así, cada verano, en secreto ritual, al sol me acerco en un gesto cordial, y te saboreo sin igual, sin prisas ni penas, pues en ti hallo siempre las más dulces cadenas. En otros tiempos diría: «amar es lo que quiero, y hacer de mi vida un dulce sendero, y si al final de mis días, bañado en menta me halláis, sabed que en el chocolate es donde hallé la paz». ¡Oh, helado de menta con trocitos de chocolate, esta oda te dedico, siempre en mi vida presente, en un deleite que consuela, en un placer incesante, y en cada cucharada, un verso viviente! 2024 © Jablago. #sentioergosum
Gracias por leerme.
Gracias por estar. ❤️
🍀 Si te ha gustado este poema, por favor, pulsa el corazoncito rojo. Me ayudarás a llegar a más gente.
🍀 Valoro mucho tu opinión. Déjame un comentario, si te apetece. Estaré encantado de responderte.
🍀 Si quieres leer más poemas, puedes consultar mi sección de poesía, en ella iré archivando los nuevos que vaya escribiendo o incluyendo.
🍀 Si quieres leer más contenido mío, accede al archivo completo, donde permanece el registro de todas las publicaciones que escribo.
Merecido homenaje a tan delicioso helado y que además en mi caso me trae muchísimos recuerdos de la infancia. Gracias por compartir.
Jajajaja, divertido y encantador, Jaime. Jamás pensé que el helado de menta y chocolate nos traería hasta aquí, hasta encontrar a damas que lo degustan sin complejos. Mil gracias por compartir mi carta y por inspirarte en ella. Brindo contigo con nuestro helado favorito 🍨